Tuesday, January 16, 2007


Verano porteño, húmedo y transpiroso.
Hay espectáculos. Uno en el planetario: un viernes con cierto grupillo malba demodé. Y no podía ser de otra manera, en el escenario estaba Hilda Lizarazu. Sí, ella, la misma de Man Ray y Operación Triunfo.
Con todo, había clima de fiesta achaparrada por la temperatura y el aire caliente, fiesta melancólica con olor a chala.

La chica no canta mal, es técnicamente precisa, pero eso a quién le importa más que a los jurados de los concursos de canto y baile televisivo.
Nadie hacía pogo, y no había por qué hacerlo, es cierto. Será cuestión de madurez, pero a esto le faltaba algo. Quizá me había equivocado de escenario.

Hubo un gran momento. La Lizarazu miró para arriba (para el lado del aeropuerto) y dijo "Che, qué raro es eso". Sí, había algo extraño, un objeto que despedía luces a 200 metros de altura. Cualquiera hubiera dicho que estábamos frente a un encuentro cercano, blah, blah. Pero a quién le importaba con tanto calor... (si alguien sabe qué era eso que me lo explique, al otro día me levanté con la intriga)
El recital siguió. Lizarazu hizo el cover de Heart of Glass de Blondie. Eso se perdona, después de todo Debbie Harry hacía música pagana.
¡Pero cerrar con Whole lotta love de Zeppelin! No señorita, no se lo perdono.
La hablidad técnica no la habilita a cantar cualquier cosa. A sacrilegio sonó, a eso.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Esas luces, si son dos chorros gruesos que se mueven en pequeños círculos o algo así, yo las veo siempre desde mi ventana. De jueves a domingos. La puntualidad pedorra creo que descarta desde el vamos toda hipótesis interesante. werte

3:30 PM

 
Blogger Lemuel Sears said...

Gracias, werte, eso me hace sentir menos loco, pero más aburrido. Qué se le va a hacer...

12:39 PM

 

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